Es innegable que el testamento es una pieza fundamental en todo plan para el final de la vida ya que expresa la voluntad del testador y otorga certeza jurídica a los herederos. No obstante, para efectos de sucesión, hay otros documentos que también se deben de considerar y dejar en orden para el día en que lleguemos a faltar.
Cuentas de banco, de ahorro o inversiones, así como pólizas de seguro deben de incluir a los beneficiarios actualizados. Otros documentos como facturas, derechos y otros títulos de propiedad deben de quedar ordenados y a la mano. También es importante cerrar ciclos familiares o personales y completar los trámites pendientes de cualquier índole ya que su omisión puede llegar a entorpecer la sucesión.
En el fondo, lo que se necesita garantizar es la correcta sucesión de los bienes, así como permitir también un proceso de duelo libre de obstáculos o distracciones inútiles. Adicional al sustento jurídico apropiado, también es importante considerar dejar indicaciones claras y pertinentes acerca de los pormenores del patrimonio para asegurar la reclamación de los bienes y la continuidad de los asuntos que lo requieran.
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