Preguntas Frecuentes

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El final de la vida es el parteaguas cuando la muerte propia deja de ser un concepto abstracto y pasa a ser una realidad cercana y tangible. Por ejemplo, tras recibir un diagnóstico terminal.

Carecer de un plan para el final de la vida tiene múltiples repercusiones en la familia. Morir sin un plan acrecienta el dolor de los involucrados, vulnera la dignidad, prolonga el duelo, provoca conflictos o disputas familiares e inclusive desintegración, abre la puerta a una posible pérdida de patrimonio, se genera mayor estrés y ansiedad entre la familia, es precursor para un duelo sin valor e inclusive desadaptativo y genera gastos o deudas innecesarias.

Aunque planificar para el final de la vida conlleva múltiples beneficios, también es cierto que no promete una cura milagrosa para el complejo proceso de morir. Sin embargo, no por ello debemos de poner la dignidad y el bienestar de la familia en las manos de la esperanza o la suerte ni tampoco debemos de minimizar las repercusiones que la muerte puede acarrear a todos los involucrados. Después de todo, el peor plan que podemos tener es no tener ninguno

Un plan Integral para el final de la vida contempla las acciones, decisiones, documentos y diligencias relativos a las etapas finales de la vida: fase terminal, muerte y sucesión.

Comunícate con nosotros a través de la sección contacto para conocer las acciones y planes que puedes implementar en tu empresa para lograr establecer un beneficio digno y generoso de alto valor para todas las partes. Te recomendamos ver la sección Plan Empresarial para mayores detalles.

Definitivamente sí. Si bien un testamento es una parte importante de un plan para el final de la vida, no es suficiente. Es necesario contemplar otras acciones y decisiones tanto en la fase final, como para la muerte, así como otras acciones que garanticen una sucesión eficaz.

Un testamento es un acto jurídico en donde el testador expresa su voluntad con respecto a sus bienes, derechos y obligaciones tras su muerte. Te invitamos a visitar nuestro Blog en donde encontrarás más información referente a este y otros temas importantes para el final de la vida.

Te invitamos a visitar nuestro Blog en donde encontrarás información referente a este y otros temas importantes de previsión para el final de la vida.

Revisa lo que es aplicable a tu país o localidad. Busca información referente a muerte digna, la voluntad anticipada o el testamento vital. También es recomendable acercarse a un profesional competente en la materia, como lo puede ser un notario.

Te sugerimos acercarte a un notario para solicitar informes acerca de cómo tramitar este documento.

Sí, el testamento puede modificarse tantas veces como el testador lo considere conveniente. El testamento más reciente revoca al testamento o testamentos otorgados con anterioridad.

Te sugerimos acercarte a uno o más notarios para solicitar informes acerca de los requisitos para tramitar este documento. Es posible que los requisitos y alcances sean diferentes de país a país.

Sí, en algunos países es posible. El enfermo en etapa terminal puede suscribirla ante el personal de salud o quien sea pertinente a cada localidad. No obstante, se recomienda suscribirla de manera anticipada en una Notaría o dependencia aplicable antes de que se presente una urgencia. Planificar para la etapa terminal va mucho más lejos que la suscripción de un documento. Visita el Blog de esta página para saber más acerca de este tema. También es recomendable revisar la ley local sobre muerte digna para conocer lo que es aplicable en tu país o estado.

Cada vez son más los países que se suman a la legislación sobre muerte digna. Países como México, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Colombia, Ecuador, Australia, Reino Unido o Luxemburgo, por mencionar sólo algunos contemplan esta ley. Es importante investigar la legislación local para conocer la aplicabilidad y requisitos específicos a cada jurisdicción. Lo que puede aplicar en un país o estado puede no hacerlo en otro o hacerlo de manera diferente.

No, si bien la voluntad anticipada o testamento vital se basa en el derecho a muerte digna, en este caso permite al enfermo rechazar tratamientos que pretendan extenderle la vida de manera artificial, en otras palabras, permite que la muerte siga su curso natural. La eutanasia, por su parte, es la acción intencional dirigida a terminar con la vida de un enfermo en etapa terminal y sólo es permitida en un puñado de países. Te recomendamos revisar la legislación de tu localidad para conocer lo que es permitido y así poder tomar una decisión muy personal e informada.

Sí, la voluntad anticipada se puede revocar o modificar en base a la voluntad y deseos de quien la otorga.

Sí, el testamento es un instrumento personal e individual. No es necesario contar con bienes para otorgar un testamento. Es conveniente que la pareja también otorgue el propio ya que en este documento se expresan otras voluntades como la tutela sobre los menores de edad en el caso de fallecimiento de ambos padres.

Mucha de la información, consejos e inclusive los elementos jurídicos mencionados son aplicables a cualquier latitud y es mucho el valor que se puede extraer de la información del libro. No obstante, siempre será importante revisar la legislación local para validar la aplicabilidad de cualquier estrategia, así como los trámites o requisitos particulares que sean necesarios para la suscripción de cualquier elemento del plan para el final de la vida.

La vida moderna nos ofrece muchos beneficios y derechos que sobreviven nuestra propia muerte y existen mecanismos que ayudan a traspasarlos a la familia. Asimismo, existen aspectos médicos y jurídicos que comienzan a acuñar normativas que pretenden salvaguardar la dignidad de las personas en la etapa terminal. Todas estas nuevas reglas y normas están ahí para ayudarnos y es importante entenderlas y aplicarlas adecuadamente para poder extraer el valor que nos ofrecen.

El proceso del final de la vida y la muerte de una persona acarrea a esta y a la familia un reto importante no sólo desde la óptica emocional, sino también desde la óptica económica, familiar y social. Nuestra muerte les exigirá a nuestros seres queridos a aprender a vivir sin nosotros y abrirse camino por ellos mismos, no resulta ser una tarea sencilla para nadie y menos si la afrontan sin el beneficio, protección y alivio que les otorga el hecho de que hayamos dejado las cosas en orden y un plan.

Pueden ser muchas las razones, principalmente podemos mencionar que el hecho de no hablar de la muerte de manera abierta es uno de ellos. Lo importante es entender cuáles son las razones o motivos personales que nos alejan de tener una estrategia de esta naturaleza para así proceder a cambiar de enfoque antes de que sea tarde. Lo que los demás piensen o hagan no es una causa para detenernos.

La previsión protege la dignidad de las personas involucradas, es un acto responsable que reconoce que existen implicaciones que necesitan de planeación y soluciones específicas. También es un acto generoso porque entiende que es un momento triste además de difícil para la familia y apunta a dejar una estrategia de apoyo.

La previsión transforma el valor del tiempo y permite estar más presente, relevante y enfocado en lo importante y significativo durante la etapa final. Ayuda a mantener la unión familiar porque afrontar el duelo es un trabajo de equipo y un plan robustece la resiliencia y las conexiones personales. Un plan nos permite estar mejor preparado para la transición y facilita la aceptación de la mortalidad, así como coadyuva a salvaguardar la dignidad. Contar con un plan facilita las decisiones en un momento por demás difícil, promueve la comunicación abierta a la vez que respeta la voluntad. No menos importante, un plan para el final de la vida facilita la sucesión y evita heredar problemas y contratiempos.

La mayoría de las personas opinan que un plan para el final de la vida es importante. Sin embargo, paradójicamente, la mayoría morirá sin haber planificado absolutamente nada. Si bien el hecho de pensar en la muerte no resulta fácil para nadie, alejarla o negarla quizá nos causa alivio en el corto plazo, pero nos aleja de tomar la responsabilidad personal y acciones necesarias para proteger la dignidad y los intereses personales y de la familia.

Promover un diálogo abierto acerca de morir es un excelente primer paso. Un buen plan para el final de la vida comienza reflexionando con pertinencia y oportunidad acerca de la muerte propia y de las consecuencias que esta conlleva.

Primeramente, es necesario reflexionar objetivamente acerca de la postura u opinión personal que se tiene con respecto a la muerte. A través de cobrar conciencia, se pueden detectar las creencias o ideas que afectan la conducta que mostramos y que nos impide establecer un plan. La acción no brota sólo del pensamiento, sino de la disposición tomar la responsabilidad personal. Para conocer los pormenores de un plan, la guía práctica del libro “morir chingón” ayuda en la tarea.

La pregunta correcta es: ¿qué tipo de plan necesito? La edad, el estado civil, los dependientes, edad de los dependientes, patrimonio, así como algunas otras condiciones, voluntades y características personales dan forma y alcance al tipo de plan que necesitamos. El plan no es estático y es natural que se vaya adaptando y modificando conforme la vida avanza. El peor plan que se puede tener es no tener ninguno

Es aconsejable actualizarlo cuando alguna situación específica así lo requiera. No obstante, es buena práctica echarle un vistazo de manera anual, por ejemplo: cada enero, para asegurar que todavía se ajusta a las necesidades del momento de vida por el que se transite.

Negativa por parte de alguna persona de acatar cualquier orden judicial o ley que le obligue a contravenir sus principios éticos o religiosos. Esta práctica, por ejemplo, puede cobrar relevancia ante las implicaciones que pueda tener para el personal médico seguir o acatar indicaciones que se deriven de la ley de muerte digna.

El albacea, en términos generales, es la persona nombrada por el testador (quien otorga un testamento) para que haga cumplir su voluntad en los términos de su testamento. Te invitamos a visitar nuestro Blog en donde encontrarás información referente a este y otros temas importantes de previsión para el final de la vida.

El tutor y curador, en términos generales, son las personas nombradas por el testador (quien otorga un testamento) para que protejan los intereses de herederos menores de edad en el caso del fallecimiento de ambos padres. Te invitamos a visitar nuestro Blog en donde encontrarás información referente a este y otros temas importantes de previsión para el final de la vida.

Es una manera práctica y organizada de dejar los documentos e indicaciones importantes a la familia. Esto no es un testamento ni tampoco lo reemplaza. Puedes aprender más acerca de este elemento y cómo construir una en el libro «morir chingón»

Para la sucesión, es importante considerar que existen elementos jurídicos que dan certeza y respaldo legal a los beneficiarios y también existen elementos funcionales que proporcionan guía e indicaciones importantes. Un testamento, por ejemplo, dará certeza legal y en él, entre otras cosas, se instituyen a los herederos, sin embargo, aquí no se mencionan los pormenores de la herencia. Para esto último es aconsejable dejar indicaciones que serán necesarias para ubicar los bienes, entender asuntos importantes, o bien, atender voluntades específicas del testador. Todas estas instrucciones, guías o información específica e inclusive copias de documentos importantes forman parte de la Carpeta Final.

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