Después de varios años en los que el proyecto “Morir Chingón” ha estado vivo, podemos constatar que no es del interés de la persona común. Si bien es indiscutible que la previsión para el final de la vida tiene un impacto positivo en el individuo, en su familia y en la sociedad en general ya que ayuda a salvaguardar la dignidad y el bienestar de las personas involucradas, así como también desarrolla otras habilidades y hábitos saludables, también es cierto que el individuo de “a pie” aborda la muerte propia con precaución y de ser necesario, echando mano de la negación o de cualquier otro recurso paliativo disponible.
Si bien la gente no es tonta, en general mantiene una actitud pasiva que se apuntala en el confort y la autocomplacencia que, para el caso de la omisión de la previsión para el final de la vida, vulnerará la dignidad propia y el bienestar familiar. Paradójicamente para la gran mayoría estos dos valores serían inquebrantables. Esta actitud, que principalmente subyace en el miedo a la muerte, también se recarga en un optimismo ingenuo hacia la posibilidad de ocurrencia de la muerte propia y en la dejadez o incapacidad de tomar acciones de planeación en general.
En el fondo, desde la óptica moral, las personas no muestran la suficiente disposición a la responsabilidad para realizar lo que les corresponde, y dese la óptica intelectual, no se ejercita el pensamiento prospectivo. Esta postura no sólo interviene en la previsión para el final de la vida, sino que afecta a otros ámbitos de bienestar como el autodesarrollo, la salud, el ahorro e inclusive el plan de retiro. Esta actitud, desafortunadamente trasciende la barrera individual y se permea a las mayorías bloqueando el desarrollo de un tejido social más próspero.
Por lo pronto, todo indica que morir chingón no es para cualquiera y sólo un distinguido puñado de personas se muestra interesado por esta idea. Con esta actitud proactiva, este reducido grupo, no sólo se ayudan a sí mismos, sino que también ayudan a sus familias. Para todas aquellas personas que estén interesadas en pertenecer a este grupo exclusivo, Morir Chingón les ofrece material e información relevante que les ayudará en el camino de proteger la dignidad personal y el bienestar de la familia cuando la muerte inexorablemente los alcance. Esperemos que cada vez más personas sigan su ejemplo y la sección VIP sea la más concurrida.