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Previsión

La trampa del ritual ante la previsión

La muerte es incognoscible y es indudable que en muchos aspectos es un misterio. Es precisamente esta imagen elusiva y casi mística de ella la que ha sido, y sigue siendo, la piedra angular sobre la que edificamos la escala de creencias y posturas que tomamos ante ella. La actitud ritualista que nace de esta relación es la que marca la pauta de cómo nos acercamos a la muerte y por tanto también guía las acciones y decisiones que pudiéramos tomar con respecto a su influjo e implicaciones. Si bien, la creencia personal al respecto es respetable, no debiese de opacar la necesidad de contar con un plan para el final de la vida ni tampoco ser más relevante que la obligación de otorgar un testamento y mucho menos llegar a desplazar la propia dignidad. Si bien la muerte es impredecible en muchos aspectos, es lo contrario en muchos otros y existen implicaciones de la muerte propia sobre las que sí podemos anticipar decisiones y acciones.

El ritual funciona como un mecanismo paliativo que nos ayuda a amortiguar el dolor que la muerte y la pérdida nos provocan. Sin embargo, también funciona como un elemento que nos ayuda a bloquear y en la práctica a diferir las acciones necesarias para realizar otras actividades y diligencias que el hecho de morir implica y que no debiesen de ser menos importantes.

La lejanía y rechazo que mostramos hacia la muerte, se alimenta de la indiferencia y el temor que experimentamos como producto de creencias y valoraciones personales. La muerte es algo que nos pertenece, es cercana, mundana y cotidiana. Hablar de ella de forma frontal y familiar nos acerca a una mejor comprensión del significado que nos infunde y de cómo esto moldea nuestra actitud. Comprender esta influencia nos llevará también a querer entender sus implicaciones y a estar mejor preparados para su llegada.         

Morir Chingón es un proyecto al alcance de cualquiera que tiene el objetivo de ayudar a resolver el problema que ocasiona la falta de previsión para el final de la vida. Es un proyecto educativo que nos acerca a la muerte de forma eficaz y nos permite reflexionar acerca de ese momento para tomar las decisiones y acciones que sí podemos predecir y, con ello, establecer un plan integral que cuide de nosotros y de quienes más queremos. Encuéntralo con el buscador de tu preferencia.

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Previsión

Mucho ayuda el que sí ayuda

Muchos de nosotros hemos escuchado el refrán que dicta “mucho ayuda el que no estorba”. Este refrán, tan cínico como popular, es el mejor aliado de la mente haragana y del personaje poco empático. Cualquier persona con la intención legítima de ayudar encontrará la forma y la ocasión de hacerlo sin ser estorboso o disfuncional. En el caso de la planificación para el final de la vida, la actitud pasiva y desinteresada es la piedra angular que llevará desgracia y dolor a la familia. Ya sea por desconocimiento, miedo u optimismo la mayoría de las personas evitan afrontar la muerte propia y con ello inconscientemente se estacionan en una postura de indiferencia. En la planificación para el final de la vida, como para todo, mucho ayuda el que sí ayuda y mucho estorba el que no hace nada.

Nuestra muerte representa un desafío para los que se quedan. Imaginemos por un instante que además de experimentar la carga emocional que nuestra muerte produce a quienes más amamos, además tendrán que enfrentar deudas y problemas producto de nuestra falta de previsión. La familia no sólo necesita, sino que se merece el tiempo para curar la herida de nuestra partida y adaptarse a una nueva vida sin nosotros. No planificar es sinónimo de arrebatarles dicha oportunidad. Pensemos por un momento la absurda distracción que les representará la tarea de ubicar los papeles importantes, entablar discusiones sin sentido, tratando de completar los trámites que dejamos pendientes, afrontando gastos extra, contrayendo deudas o encarando un juicio de intestado sólo por mencionar algunos problemas.

Hacer un plan para el final de la vida, es una obligación y responsabilidad ineludible. Es una acción sencilla que no es onerosa y que además resultará ser un obsequio generoso y compasivo que ayudará mucho a quienes más queremos durante un momento difícil y significativo.

Morir Chingón ayuda a resolver el problema que la falta de previsión ocasiona. Es información al alcance de cualquiera que busca construir un plan integral para el final de la vida que apoye de manera efectiva a todos los involucrados. Por su parte, el libro del mismo título resulta una lectura ágil y didáctica que acerca a la muerte de forma eficaz y permite reflexionar acerca de ese momento y acompaña para establecer un plan integral que cuide de nosotros y de quienes más queremos.

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Final de la Vida

¿Puedo afrontar morir?

No es sorpresa para nadie que en nuestros días enfermar es un lujo y afrontar una fase terminal puede llegar a costar verdaderamente una fortuna. Si bien un seguro médico, los ahorros personales o el apoyo de la familia serán siempre un respiro, lo cierto es que dependiendo de las circunstancias las cuentas se pueden ir al cielo en un santiamén y convertirse en un problema para la persona y su familia.

Si bien no existe una respuesta simple o concreta para este dilema, ni tampoco existe una solución práctica e infalible, el simple hecho de tomarlo en cuenta de manera anticipada nos obliga a echar mano de las posibilidades y con ello nos colocamos a la delantera en el juego. Por otro lado, también es cierto que el hábito de prever alcanza otras áreas de desarrollo personal como la salud y el ahorro que indudablemente tienen un impacto positivo en la persona y su familia.

Siempre prever para el final de la vida será una buena idea que nos ayude a anticipar la postura personal sobre las acciones y decisiones que preferimos para ese momento. Esta definición, que pudiese parecer poca cosa, tendrá un impacto directo en los caminos a seguir cuando llegue el momento. Está claro que nadie puede anticipar las circunstancias que se vivirán en esa situación y también es comprensible que nadie quiera elegir basado en el presupuesto disponible. No obstante, cada persona dependiendo de diversas circunstancias y posibilidades, podrá discernir qué es lo más conveniente, práctico y factible en su caso y con ello podrá actuar en consecuencia.

Sin duda, el peor plan es el que no se tiene y la peor situación posible será enfrentar el momento de manera improvisada y a expensas de lo que pueda surgir en ese momento. Desafortunadamente, esto último es lo que experimentarán la mayoría de las personas.

En el libro Morir Chingón se aborda el tema del final de la vida de manera práctica y ofrece una muy buena oportunidad para aprender acerca de las etapas finales y cómo poder afrontarlas de una manera efectiva a través de tomar oportunamente decisiones y hacer uso de mecanismos legales disponibles.

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Previsión

Capacitación al empleado: morir chingón

La capacitación es un pilar fundamental en toda empresa. Con ello, la empresa proporciona al trabajador las habilidades y conocimientos necesarios para que lo hagan más apto y más efectivo en la realización de su trabajo. Si bien la capacitación posibilita técnicamente, también contribuye a la modificación de conductas y actitudes que llevan al empleado a desarrollarse tanto profesional como personalmente.

Aprender a planificar para el final de la vida posibilita al empleado en muchos aspectos tanto a nivel profesional como también a nivel personal. Adicionalmente es una capacitación de amplio alcance ya que aplica a todos los niveles de la organización y además puede extenderse al núcleo familiar y con ello lograr un impacto social positivo.

Por otro lado, el empleado desarrolla habilidades de previsión que le permiten no sólo aplicarlas en el ámbito profesional sino también alcanza otras áreas personales como el ahorro y la salud que fortalecen la economía y el bienestar del individuo y su familia.  

Capacitar para el final de la vida es un aprendizaje clave que complementa perfectamente cualquier programa de bienestar integral orientado a mejorar áreas de salud, nutrición, actividad física o inclusive manejo de estrés. El tema resulta ser una capacitación generosa que es de bajo costo para la empresa y de un muy alto valor para el empleado y su familia.

Los planes de bienestar cumplen con la función de mejorar la calidad de vida de los trabajadores. Una buena estrategia de bienestar integral, aumenta la satisfacción de los colaboradores con la empresa y provoca un sentido de pertenencia y mayor lealtad con la identidad corporativa.  Dentro de este universo de opciones, capacitar sobre el final de la vida resulta un complemento ideal a todo programa de bienestar ya que cumple cabalmente con el objetivo de cualquier estrategia.

La previsión antes de morir es una pieza novedosa e importante que suma mucho valor a cualquier estrategia o programa de capacitación. Para mayores detalles contáctanos a través de la página de contacto o escríbenos directamente a prevision@morirchingon.com.

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Previsión

Capacitar sobre el final de la vida

Los planes de bienestar cumplen con la función de mejorar la calidad de vida de los trabajadores. Hoy en día el desarrollo de estrategias y beneficios que apuntan al bienestar laboral son pilares importantes para mantener colaboradores motivados, comprometidos y con un mejor desempeño en sus puestos de trabajo.  Los planes de bienestar empresarial no sólo están orientados a mejorar el ambiente de trabajo y construir una mejor cultura empresarial, sino que pueden tener un alcance extramuros e influir también positivamente en los hogares de los empleados.

Un buen plan de bienestar integral, aumenta la satisfacción de los colaboradores con la empresa y provoca un sentido de pertenencia y mayor lealtad con la identidad corporativa. Típicamente, los planes de bienestar en una empresa buscan promover el desarrollo personal, profesional y familiar del trabajador para que esto se traduzca en un mejor rendimiento en la empresa. A últimas fechas nuevas iniciativas que buscan promover la salud física y mental del individuo cada vez cobran más relevancia dentro de la estrategia corporativa. Programas de nutrición, actividad física y manejo de estrés son sólo algunas de las ideas nuevas que se incluyen dentro del menú de beneficios empresariales.     

Dentro de este universo de opciones, incluir iniciativas de concientización y acciones sobre el final de la vida resulta un complemento ideal a todo programa de bienestar ya que cumple cabalmente con el objetivo de cualquier estrategia. Adquirir el hábito de prever promueve la salud y el ahorro lo que impacta favorablemente la vida del individuo y la salud financiera de la familia. Por otro lado, facilita a la empresa la aplicación y seguimiento de otros beneficios de previsión como el seguro de vida y planes de pensión por viudez u orfandad en el caso del fallecimiento del empleado, así como fomenta el desarrollo de otras habilidades como lo pueden ser una mejora en la toma de decisiones, establecer prioridades y orden eficaz de tareas, mejorar la productividad, coadyuva a una mejor administración de riesgos, facilita la adaptación al cambio y mejora el accountability.

La previsión para el final de la vida promueve la dignidad lo que tiene un impacto positivo en la salud emocional del individuo y su familia. Aprender y accionar sobre la previsión antes de morir es una pieza novedosa e importante que complementa cualquier programa integral de bienestar en la empresa. Para mayores detalles visita www.morirchingon.com

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Previsión

Reprobados también en previsión

En México, muchos hemos escuchado la frase popular de ‘no heredes problemas’ cuyo significado se interpreta como la invitación a otorgar un testamento. A pesar de la sabiduría popular y otras iniciativas más formales como “el mes del testamento”, la realidad es que la gran mayoría de mexicanos no tienen un testamento ni tampoco ningún tipo de voluntad o plan serio con respecto al final de la vida. Solamente 1 de cada 10,000 mexicanos (así como lo lee) cuenta con una voluntad anticipada a pesar de que la ley sobre el derecho a muerte digna tiene casi 15 años en el país. Solamente 4 de cada 100 familias cuentan con el beneficio de un plan funerario y la lista sigue… más del 70% de las personas morirán en circunstancias distintas a sus expectativas y más del 60% de los familiares consideran que el ser querido tuvo una ‘mala muerte’.  La falta de previsión en México no es noticia y hoy por hoy es uno de los problemas silenciosos que más lastiman a las familias. Morir sin dejar los asuntos en orden y sin haber tomado las acciones previsorias pertinentes vulnera la dignidad, genera a la familia más estrés, provoca mayor carga emocional, se incurre en gastos adicionales, se padecen contratiempos, disputas y hasta pérdida de patrimonio. Muchos de estos efectos adversos no son sólo inmediatos, sino que típicamente acompañan a la familia por largo tiempo.

Desafortunadamente, combatir este mal hábito tan arraigado en nosotros, no ha sido, ni será una tarea sencilla y en la práctica es poco lo que se puede hacer más allá de sembrar conciencia en los ciudadanos. Toda familia guarda una historia triste al respecto y ni siquiera el dolor tangible de estas vivencias constituye una razón de cambio. La acción positiva solamente nacerá de la disposición individual que tenemos a la responsabilidad. Es un ejercicio moral y personal que implica moverse desde una postura pasiva hacia una de mayor interés, aprendizaje y acción. Requerimos sacudirnos el miedo y la indiferencia para hacernos responsables de lo que nos corresponde y comenzar a afrontar la muerte propia y sus consecuencias de manera eficaz. Debemos de comenzar con una reflexión pertinente sobre la realidad de morir que nos ayude a salir de la zona de confort y nos empuje a hacernos responsables para hacer lo que nos corresponde hacer. Es de suponer que todos deseamos dejar a la familia un recuerdo de cariño y de amor y que nadie conscientemente apunta a vulnerar la dignidad propia y a lastimar a sus seres queridos.

Morir Chingón es un proyecto que promueve un cambio en el paradigma de la experiencia de morir. Por un lado, nos presenta un libro cuya lectura está al alcance de cualquiera que quiera construir un plan para el final de la vida. Por otro lado, también nos ofrece un webinar para aquellas empresas que quieran complementar su programa de bienestar y capacitar a sus empleados en esta importante responsabilidad. visita www.morirchingon.com.

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Sucesión

Mes del testamento

Desde hace casi 20 años dio inicio la campaña del “mes del testamento”. Esta iniciativa busca promover el otorgamiento de testamentos entre los mexicanos y fomentar con ello una cultura de previsión. Desde hace casi dos décadas septiembre ha sido el mes en donde se nos brinda asesoría jurídica gratuita en materia testamentaria además de que se reducen los costos que implican otorgar un testamento. En algunos estados inclusive este beneficio se extiende hasta octubre. Ya inició septiembre y esto representa una extraordinaria oportunidad para acercarse a una Notaría y otorgar ese documento tan importante que está pendiente en la gran mayoría de las familias mexicanas.

En la página www.morirchingon.com podrás leer más acerca del testamento y sus beneficios. Sin embargo, podemos decir brevemente que al hacer un testamento heredamos certidumbre a nuestros seres queridos en lugar de problemas. Les evitamos entre otras cosas mayores gastos, pérdida de tiempo y estrés. Hacer un testamento junto con un plan integral para el final de la vida no sólo es una acción sensata, sino que también resulta ser un acto generoso.

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Sucesión

La familia del siglo XXI y el testamento

La gran proporción de mexicanos, y de otras nacionalidades alrededor del mundo, no tienen un testamento ni tampoco ningún tipo de plan o voluntad con respecto al final de la vida. Con esta actitud generalizada, la familia queda completamente vulnerable y más aún considerando que la familia de hoy no necesariamente es parecida a la familia de hace algunas décadas.

La probabilidad de morir sin testamento supera el 90% lo que significa que la gran mayoría de las familias mexicanas no gozarán de esta protección. En el caso de morir intestado, la familia tendrá que confiar en el sistema legal, el cual no siempre coincidirá con la que hubiera sido la voluntad del finado. Si bien la ley intenta establecer a los herederos por jerarquía y conseguir con ello una sucesión lo más justa posible, no siempre será así. Los herederos designados por la ley, típicamente serán aquellos familiares en línea directa como lo pueden ser la pareja, los hijos e inclusive otros parientes consanguíneos. No obstante, familiares no biológicos o no relacionados legalmente rara vez recibirán la atención de la Corte a no ser que estén nombrados en un testamento. La ley actual está básicamente diseñada para la típica familia de mediados del siglo XX. Sin embargo, la familia ha cambiado en las últimas décadas y hoy es común encontrar parejas que no se encuentran casados, parejas del mismo género, parejas con hijos en convivencia de relaciones previas, abuelos criando nietos o tíos haciéndose cargo de sobrinos por mencionar sólo algunos.

Hoy, estos miembros de las familias no tradicionales pueden llegar a quedar en un cruel limbo legal cuando el familiar a cargo fallece. Es poca la atención legal que reciben los hogares con una estructura no tradicional y esto representa un riesgo relevante a la familia y en estos casos, se hace ineludible y urgente planificar para el final de la vida y cuidar la dignidad e intereses de todos los involucrados.

Si bien, la familia no tradicional queda más vulnerable ante la muerte, un buen plan para el final de la vida no excluye a nadie y aplica para todas las familias independientemente de como sea su modelo de convivencia. Morir chingón es una lectura al alcance de todos que te ayudará a transitar de manera eficaz por el proceso de planificar para el final de la vida y te ayudará a establecer un plan efectivo.

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Final de la Vida

El desafío de tu partida

Nuestra muerte acarrea a todos los involucrados muchos desafíos. Nuestra muerte les obligará a sobrellevar un duelo que ya en sí mismo constituye una tarea ardua llena de carga emocional. Representa un trabajo de readaptación laborioso ante el hecho de haber perdido a un ser amado. Es un proceso de resignificación de valores y creencias que trata de construir una narrativa coherente que nos ayude a la adaptación de esta nueva forma de vida. Es un proceso de vaivenes emocionales que no es sencillo, máxime si el que se ha ido no sólo representa un soporte emocional a la familia sino además uno de sustento y liderazgo. Es injusto e irresponsable complicárselos más y la manera más simple y absurda de hacerlo más difícil, es partir sin tener un plan para el final de la vida. Esto significará que, además de procesar el esfuerzo emocional mencionado, tendrán que enfrentar la realidad de haber heredado problemas.

Encontrarse, por ejemplo, de cara a un complejo, costoso y tardado juicio intestado. Darse cuenta, de repente, que no encuentran los papeles importantes, que enfrentan desorden y ciclos o trámites inconclusos. Enfrentarse a la realidad de no contar con el soporte jurídico adecuado o que no dan con el paradero de bienes que creen que existen. En general, encarar un proceso del que poco saben y que les costará dinero, tiempo y esfuerzo corregirlo. Estarán ante un panorama que intensifica su dolor y que impacta su ya lastimada economía. Por ello, el hecho de haber previsto un plan para ese momento no sólo constituye un acto responsable, sino que es un acto generoso.

El duelo es temporal, la familia aprende con el tiempo a vivir con la pérdida y a acomodar al ser querido en su corazón. El abandono es permanente. La familia enfrentará problemas y disputas que la acompañarán por un largo tiempo y quizá para toda la vida.

Todas las familias se merecen respeto y dignidad. La única manera de evitar problemas a los involucrados y de hacer el duelo menos doloroso, es anticipar los hechos y hacer un plan eficaz para el final de la vida. Muchos creen que planificar esto es complejo y costoso, o que sólo es para gente acaudalada y sofisticada. Realizar acciones como otorgar un testamento, dejar indicaciones, ordenar asuntos y cerrar ciclos resultan sencillas de alcanzar, le aplican a todas las personas y la inversión económica que requieren, es apenas una fracción del costo que le ocasionará a la familia no tenerlas.

Morir Chingón es una lectura al alcance de cualquiera que busque construir un plan integral para el final de la vida que apoye de manera efectiva a todos los involucrados. Encuéntralo en las principales plataformas digitales como amazon.com.mx, gandhi.com.mx, barnesandnoble.com entre muchas otras. 

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Previsión

¿Necesito un plan para el final de la vida?

Si te has preguntado si un plan para el final de la vida es para ti, la respuesta sin duda es sí. Independientemente de la etapa de vida en la que te encuentres, reflexionar de manera pertinente acerca de las implicaciones de la muerte propia, te llevará invariablemente a entender las implicaciones y acciones que debes de hacer y a diseñar un plan que se adapte a la necesidad del momento. Por otro lado, si tienes dependientes y/o patrimonio, establecer un plan no sólo es importante sino urgente.

Considera que un plan para el final de la vida no se trata de planificar la muerte sino la manera cómo se quiere vivir mientras la muerte nos llega, así como dejarle a la familia un recuerdo de cariño y apoyo. Un plan para el final de la vida es mejor tenerlo y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo.

Poner en duda la aplicabilidad o necesidad de un plan suelen ser conclusiones equivocadas derivadas de la falta de conocimiento acerca de estos temas. Son muchos los beneficios de contar con un testamento, una voluntad anticipada o un plan funerario por mencionar algunos de los elementos del plan. Una recomendación que resulta positiva al abordar estos temas, es hacerlo con «ojos nuevos» y estar abierto a otros puntos de vista evitando caer en conclusiones precipitadas influenciadas por creencias personales o por falta de información. Si bien la gran mayoría entiende que en general hay que hacer algo al respecto del final de la vida, sólo una minoría es la que planifica para este momento.

No te preguntes si necesitas un plan para el final de la vida. La pregunta correcta es: ¿qué tipo de plan necesito? Para conocer más acerca de este tema, las implicaciones de la muerte propia y qué hacer al respecto, visita morirchingon y adquiere el libro del mismo título que está dirigido a las personas que quieren planificar un final de la vida digno, un duelo útil y una sucesión eficaz.