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¿Qué hacer si heredamos una casa desordenada?

Si bien recibir una propiedad en herencia puede resultar en un beneficio a largo plazo, lo cierto es que también acarrea estrés y tareas extras, sobre todo si la persona fallecida no se tomó el tiempo de planificar para el final ni tampoco tuvo la empatía de dejar ordenado su hogar. Es importante considerar que además del tiempo dedicado a ordenar la propiedad para venta, renta o cualquiera que sea el uso que planifiquemos darle, también tenemos que dedicar tiempo al procesamiento de la pérdida del ser querido y los efectos emocionales que nos provoca. A continuación, algunos consejos para abordar esta actividad de manera más efectiva:

Evitar comprometerse a más de lo que se puede manejar. Si la propiedad está llena de pertenencias y no necesariamente en orden, es buena idea solicitar apoyo a familiares y amigos de confianza para que ayuden en la tarea. Terceras personas no sólo aportan manos extras, sino que también pueden contribuir con una opinión objetiva sobre lo que es valioso conservar y lo que no.

Heredar una propiedad no significa conservar todo lo que hay dentro. Si existiese alguna indicación o instrucción del difunto sobre cómo proceder con ciertas pertenecías, esta es una buena guía. Si no, clasificar, separar y marcar los elementos a conservar es importante. De la misma manera, seleccionar aquellos que pueden colocarse entre otros amigos o familiares y finalmente aquellos que pueden irse a caridad y otros de plano descartarse. 

Evitar contratar espacio de almacenamiento. Si no se encuentra espacio para almacenar las cosas que esperan ser colocadas, podemos caer en la tentación de buscar un espacio comercial donde almacenarlas temporalmente. Estos espacios pueden resultar onerosos y su uso extenderse más allá de lo previsto. Es mejor considerar primero otras opciones o hacer una evaluación objetiva sobre su conveniencia y costo-beneficio.

Identificar documentos importantes. Adicional a seleccionar y clasificar pertenencias, es importante dedicar tiempo a papeles y documentos dentro de los cuales puede haber documentación oficial o importante que será necesario conservar.  Lo mismo ocurre con información digital que puede ayudar a ubicar patrimonio, a cerrar ciclos abiertos o a dar continuidad a asuntos importantes.

Siempre hay basura. Una vez seleccionado lo importante, es natural que haya cosas que no puedan colocarse y deberán de descartarse. Estar abierto y listo para llenar bolsas y cajas con basura es fundamental. Una buena guía es la intuición, si algo parece basura, seguramente lo es. No obstante, no hay que dejar que la prisa obligue a descartar elementos sin ser debidamente revisados, sobre todo la documentación.

Revisar de nuevo la carpeta final o carta de instrucciones si hay una. Una nota, carta de instrucciones o indicaciones contiene información importante que es conveniente asegurarse que se revisó por completo y que no quedó nada en duda o pendiente. 

Evita a tus familiares el mismo problema. La tarea de limpiar y ordenar los asuntos y el hogar antes de morir resulta ser un acto generoso que le ahorrará tiempo y estrés a la familia. Puedes leer sobre este tema en este mismo blog o en el libro Morir Chingón que precisamente aborda de manera integral el tema de la previsión para el final de la vida.